viernes, 28 de diciembre de 2012


El brillante elenco de actores lleva a Los Miserables a lo más alto


El magnífico vestuario y la grandiosidad de los escenarios contrarresta el mal uso de la cámara por parte de Tom Hooper








Un político, poeta y escritor francés escribía hace 150 años una obra que daría la vuelta al mundo y que nunca pasaría de moda. Victor Hugo, así se llama el genio, habla en esta magistral obra, Los Miserables, de justicia,  política, religión, sueños frustrados, del bien, del mal...pero sobre todo refleja la lucha de los oprimidos en la Francia del SXIX. 

Este libro, que ha contado con numerosas  adaptaciones de las cuales resalta el musical compuesto por Alain Boublil (letra) y Claude-Michel Schönberg(música), llega a nuestros días bajo la dirección del oscarizado Tom Hooper. 

Un sin fin de caras conocidas dan vida a los personajes de esta maravillosa novela. Un Hugh Jackman soberbio en su interpretación e imposición vocal encarna a Jean Valjean, un exconvicto perseguido por romper su condicional por el despiadado policía Javert representado por un Russell Crowe algo falto de voz pero muy a la altura de las circunstancias.



Cabe destacar la breve pero brillante aparición de Anne Hathaway en el papel de Fontine. Sin duda el momento más desgarrador de la película de casi tres horas de duración llega a nuestros oídos bajo la voz de esta versátil actriz con el tema ‘I Dreamed a dream’. Momento en el que pocos podrán ocultar sus lágrimas. 

Aportando un toque de humor, que en ocasiones sobra, aparecen los actores Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter. 

Por otro lado, esta producción cuenta también con la magnífica voz de Amanda Seyfried que da vida a Cossette y cuyo futuro estará en manos de Jean Valjean tras la muerte de su madre. Otra de las sorpresas que nos deja este filme es la grandeza de la interpretación de la  joven Samantha Barks, Éponine, personaje que ya conocía muy bien por su participación en el musical londinense. Y bajo el enamorado de Cossete, Marius, encontramos a Eddie Redmayne.

Para los amantes del musical sin duda esta producción llegará a deleitarles. Si alguna pega cabe poner a esta superproducción es la dirección. El abuso de los angulares, de ciertos movimientos de cámara imposible así como un sin fin de primeros planos hablan de un Tom Hooper que anda todavía en pañales. 

Es de especial mención el hecho de que las canciones fueran grabadas en directo ya que todos los actores tuvieron que cantar a la par que interpretaban lo que supone todo un hito en la historia del género. Un vestuario acompañado de un escenario sobresaliente llevan al público a un mundo de venganzas, romance y superación personal. 

Para aquellos que como yo sientan pasión por este género las escasas 20 frases habladas no supondrán ningún problema. 




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